Verano, vacaciones y bebés

Con el verano llega un periodo de más movimientos, exposición al sol, piscina, mar o montaña. De todo esto y mucho más queremos disfrutar con los más pequeños de la casa. Veamos unos consejos para conjugar mejor verano, vacaciones y bebés.

Verano, vacaciones y bebés

Según el ámbito en que nos movamos tendremos que tener en cuenta diversos consejos.

En la ciudad

Desde los primeros días soleados, el bebé en el carrito ya está expuesto a la radiación ultravioleta que puede ser peligrosa para él; Debemos adoptar unos buenos hábitos desde el principio:

Evitar salir en las horas más soleadas (entre 12h y 16h en verano).

Siempre protegeremos la piel de su bebé antes de salir, con un protector solar adaptado, de alta protección, para aplicar ampliamente en las partes expuestas (brazos, piernas, cara, sin olvidar la parte superior de los pies y las orejas) …).

– Le podremos un sombrero o gorrito ancho y una sombrilla acoplada a la silla de paseo y evitaremos las zonas más soleadas, caminando por la sombra siempre que sea posible.

Tendremos siempre agua y regularmente ofreceremos beber al pequeño (si ya tiene más de 6 meses, antes se hidratará mediante lactancia materna o leche de fórmula). Si rechaza el agua no tiene porque tener sed ni estár deshidratado. Tampoco debemos hacerle beber a cualquier precio agregando azúcar o jugos de fruta en su botella.

– Recuerda que la exposición al sol cambia con el tiempo y que un bebé dormido en la sombra puede quedar expuesto al sol en poco tiempo.

En el coche

Colocaremos a nuestro bebé en el asiento de seguridad, adaptado a su peso y edad, sujeto al vehículo de acuerdo con los estándares legales y del fabricante.

– Debemos hacer paradas en nuestro viaje para alimentar al bebé, para estirar las piernas de los niños mayores, descansar al conductor …, y no establecer horarios apretados. Es agotador y peligroso conducir con un niño llorando a nuestra espalda: es mejor detenerse 15 minutos para calmarlo.

También en el coche debemos aplicarle protector solar adecuado y tener a mano un botella de agua y toallitas refrescantes.

– Planea algo divertido para distraer a los más pequeños (juegos, canciones).

– No dudes en refrescarte si hace calor y tu automóvil no tiene aire acondicionado, y nunca dejes a un bebé solo en un automóvil parado, incluso por muy poco tiempo.

En el campo

– El consejo para el sol y el calor sigue siendo el mismo.

– Los insectos pueden causar algunos inconvenientes. La mosquitera en el carrito, en la cuna o en la cama es una forma efectiva e inocua de proteger al pequeño. Existen repelentes adecuados para bebés e incluso algunos son eficaces frente al mosquito que transmite el virus Zika.

Si les pica un insecto, debemos calmarlos y la desinfectar la herida. Debemos limpiar la picadura de cuerpos extraños. No debemos exprimir una picadura de avispa ni aplicar hielo que puede aumentar la duración del efecto del veneno. Consulta a un médico en caso de reacción fuerte o picaduras múltiples.

En la playa

Las medidas de protección solar son esenciales: ¡un historial de quemaduras solares antes de los 15 años aumenta el riesgo de cáncer de piel!

No vayas a la playa con un bebé en las horas más calurosas: no debemos exponerlo entre las 12 a.m. y las 4 p.m. en verano.

No olvides la sombrilla y la ropa de protección: sombrero, gorra, camiseta, trajes tipo shorty o ropa Lycra anti UV (una camiseta mojada pierde su poder protector, los textiles más tupidos protegen mejor que los ligeros).

– Usa abundante fotoprotector solar para áreas que habitualmente no tenemos cubiertas y renuevalo cada cada 3 horas y después de cada baño.

– Hay que beber agua abundante y regularmente

Tenga especial cuidado si tu bebé está tomando tratamiento médico y pregunta a tu médico o farmacéutico, ya que algunos medicamentos pueden prevenir la exposición al sol y causar fotosensibilización.

– Para nadar, puedes ponerle en sandalias de plástico para evitar lesiones por conchas marinas o rocas, o picaduras.

– Cuando salgáis de la playa, no te olvides de duchar a tu bebé con agua dulce, eliminar todos los rastros de arena, sal y protector solar, y no dudes en hidratar la piel después del baño. Recuerda enjuagarle los ojos con solución salina en caso de irritación. Desinfecta cualquier pequeña herida o picadura con cuidado para asegurar una buena curación. Y aquí de nuevo le ofreceros agua (o leche materna o de fórmula si tiene menos de 6 meses) para rehidratarle.

En la montaña

Si tu bebé no tiene un problema de salud en particular, existen pocas restricciones a tener en cuenta en la montaña.

En niños menores de 2 años, no se recomienda dormir a más de 2000 m.

Se recomienda subir gradualmente para aclimatarse a la altitud.

Si tu hijo tiene problemas crónicos de salud, especialmente problemas respiratorios, cardíacos, neurológicos o hematológicos, siempre pide consejo a tu médico previamente.

Y nuevamente, debemos tener mucho cuidado de hidratar al bebé y protegerlo del sol y el calor. El reflejo de la luz solar en la nieve y la piedra puede ser muy intenso. Ten especial cuidado con los ojos, protege sus ojos con buenas gafas de sol.

En caso de viajes más largos

Antes de los 2 años, a la hora de elegir el destino debemos tener en cuenta algunas precauciones:

– Atención a países con alta transmisión de malaria. En este enlace te contamos como prevenir la malaria con permetrina.

Elige una ruta o un país con fácil acceso a los centros de salud. Recuerda actualizar las vacunas de toda la familia antes de partir.

Lleva un botiquín de viaje adecuado contigo, así como algún manual de primeros auxilios. En este enlace te damos unos consejos sobre como preparar un completo botiquín de viaje.

– No olvide los documentos administrativos: documento de identidad, pasaporte, permisos de salida.

Identifica a tu hijo con una pulsera identificativa, con tu número de teléfono o tu correo electrónico para que te contacten fácilmente en caso de que se pierda. Una pulsera identificativa de silicona puede facilitar esto.

– En avión, recuerde reservar un asiento especial para el bebé, colócalo en el pecho y ofrécele una botella o piruleta para distraerle durante el despegue y el aterrizaje.

Finalmente, sea cual sea su destino de fin de semana o vacaciones, nunca olvides que, precisamente vamos de viaje para relajarnos y disfrutar de la gran combinación de verano, vacaciones y bebés.

En nuestro blog puedes encontrar más consejos de salud para tus viajes.

 Luis Jiménez Labaig

Farmacéutico comunitario. Colegiado 05/644

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